Cuando nos encontremos ante un enfermo terminal, no lo abordaremos con el ánimo de sedarlo. La sedación es por lo general, un proceso. Como consecuencia de intentar controlar la sintomatología, con frecuencia se acabará disminuyendo el nivel de conciencia como efecto secundario.
Perfusión sintomática ≠ sedación: no considero adecuado el término “sedación”. Desde mi experiencia, prefiero hablar de perfusión sintomática. Laperfusiónsintomática es un traje a la medida de cada enfermo, en función de la clínica que presente y vaya instaurándose en el tiempo. Siempre hay que procurar que sea progresiva y proporcional, si no queremos ser los primeros en creer que el enfermo ha fallecido como consecuencia del tratamiento. Hay que saber distinguir entre ansiedad, delirio, agitación confusional, tipos de insomnio, etc, para prescribir lo más apropiado.
La confección del traje no se puede protocolizar: cada enfermo tiene sintomatologías, edad y características diferentes (por ejemplo, etilismo) que ocasionan una respuesta muy diferente ante las mismas dosis utilizadas. En función de todo ello y del tratamiento que haga se preparará la perfusión.
Para evitar confusiones, siempre uso para las perfusiones glucosa al 5% y así si el paciente se queda sin vía venosa se puede poner la misma perfusión por vía subcutánea, pero teniendo la precaución de doblar la dosis de Morfina u Oxicodona por la diferente biodisponibilidad (preparar una perfusión totalmente nueva si llevaba Metamizol o Diazepam, ya que no se deben administrar por vía sc, dado que por sus características de solubilidad producen irritación local).
Para valorar la profundidad de una sedación, la SECPAL recomienda usar la escala de Ramsay modificada (a la escala de Ramsay se añade “provocar dolor moderado” en el nivel 5 y 6) por lo que se convierte en escala de “sedo-analgesia”. Cuidado: no confundir sedación con analgesia adecuada, ya que por muy profunda que sea una sedación, si se produce un estímulo intenso sube el nivel de conciencia aunque no lo percibamos en la escala de Ramsay. Sí lo percibiríamos con el Índice Biespectral – BIS.
El BIS (Índice Biespectral) es el método objetivo de control de profundidad de sedación, utilizado en anestesia para evitar el despertar intraoperatorio. De forma pionera, lo he utilizado en 325 enfermos durante el último año y medio de trabajo, para valorar de forma objetiva el nivel de sedación en enfermos terminales e intentar mantener el nivel de conciencia en rangos de amnesia. Lo he comparado con las escalas subjetivas de Ramsay modificada –sedoanalgesia- y la escala de Richmond.