Midazolam: excelente anticonvulsivante e hipnótico de elección en paliativos. Como toda benzodiacepina además es ansiolítico y miorrelajante.
Se puede poner por cualquier vía, subcutánea, rectal, intranasal e intravenosa y es ideal para rescates en caso de insomnio, agitación o convulsión.
Dosis de 7,5 a 210 mg en perfusión /24h.
Rescates de 5 a 10 mg subcutáneos o en infusión rápida vigilada. Puede ser recomendable poner una dosis de rescate como inicio junto con la perfusión.
Tiene techo y éste ocurre tras saturar el sistema GABA (entre 180-200 mg/24h).
Haloperidol: neuroléptico, antihistamínico, antiemético y para hipo pertinaz. De elección en la emesis producida por obstrucción intestinal y en caso de delirio diurno o en el que todavía no deseemos disminuir la conciencia.
Dosis de 2,5 a 100 mg/24h.
Rescates de 2,5 a 5 mg SC, IM o IV. Es recomendable poner una dosis de rescate como inicio junto con la perfusión.
Levomepromazina/clorpromazina: neuroléptico, hipnótico, antihistamínico, antiemético y para hipo pertinaz. De elección en recates para delirio nocturno, o en perfusión si buscamos la sedación profunda del enfermo.
Dosis de 12,5 a 300 mg/24h.
Rescates de 12,5 a 25 mg SC, IM o IV. Es recomendable poner una dosis de rescate como inicio junto con la perfusión.
AINES y dexametasona: muy necesarios en caso de fiebre tumoral, metástasis óseas y cerebrales (además de su efecto sobre el estado ánimo y el apetito en el caso de los corticoides). Pueden enmascarar la fiebre, así que en caso de aparición de novo de febrícula o fiebre y si el paciente no está en situación de terminalidad extrema, hay que pensar que se trata de una infección hasta que se demuestre lo contrario y actuar en consecuencia.
Hay que conocer las distintas equivalencias entre corticoides y las diferentes capacidades entre los AINES en cuanto a su efecto antiinflamatorio, antitérmico y analgésico.
Los AINES son muy útiles en la perfusión de 24h y aparte dejar rescate con otro AINE distinto si fiebre (no se puede usar metamizol SC).
Los corticoides no pueden ponerse en una perfusión con morfina, pero sí son compatibles con la oxicodona.
Inhibidores de la bomba de protones: utilizar siempre y en doble dosis si estamos usando grandes cantidades de corticoides y AINES.
Butilescopolamina: antisecretor, antiemético y espasmolítico. Usado básicamente para prevenir la síntesis de moco en el árbol respiratorio, pero nada desdeñables sus demás propiedades. Uso normal por vía S/C, IM o IV, de 60 a 80 mg/24h. Es recomendable poner una dosis de inicio a modo de rescate junto con la perfusión.
Furosemida: muy útil mientras esté conservada la función renal, para evitar secreciones y disminuir edemas. A la dosis que requiera.
Transfusiones sanguíneas: puede que en determinados casos sea necesario por razones de todo tipo (sobre todo emocionales por parte de la familia y a veces por el propio enfermo que la demanda) poner la última de ellas y hacérselo comprender.
Quimioterapia: a mi entender no debería entrar en proceso asistencial de cuidados paliativos ningún enfermo en tratamiento quimioterápico ya que genera confusión a los familiares en cuanto a su verdadera situación clínica.
Hemodiálisis: igual que para la quimioterapia.
Enemas y demás fármacos: a criterio según sentido común.
Fármacos innecesarios: se recomienda que en situación de agonía se retire todo fármaco innecesario, pero teniendo en cuenta que esta situación puede mantenerse hasta 5 días, hay que analizar muy cuidadosamente las repercusiones en el control sintomático antes de retirar nada. Otra vez la experiencia y el sentido común tienen que entrar en juego.