10- Alimentación e hidratación

Ambos puntos son un tema controvertido en Cuidados Paliativos ya que si se considera un tratamiento, se someten a las mismas consideraciones que las de cualquier fármaco, pero si se considera dentro de los cuidados básicos, sería irrenunciable su retirada. Ahí luchan las distintas concepciones religiosas, filosóficas y científicas y cada uno intenta barrer para su lado, pensando que están en posesión de la verdad.

Particularmente considero la alimentación como un tratamiento. Ya sea por vía enteral o parenteral, si el enfermo está consciente, sólo debemos retirarla en caso de intolerancia manifiesta o por razones que el paciente pueda comprender. Si está ya inconsciente hay que hacer entender a la familia que su muerte no tiene que ver con la retirada de la alimentación o del suero.

Puede llegar a ocurrir, en raras ocasiones, que a petición del propio enfermo o de algún familiar (y a pesar de nuestras profusas y reiteradas explicaciones), sea preferible para evitar traumas poner alimentación por SNG. En estos casos, se ponen dosis mínimas y se retira al menor síntoma de intolerancia, haciéndoselo ver a todos.

En cuanto a la hidratación, la perfusión sintomática que administramos (SC o IV) y los fármacos coadyuvantes que podamos utilizar, aseguran un aporte más que suficiente para la situación que está sufriendo el enfermo.