¿Por qué hereje?

Simplemente porque no estoy de acuerdo total o parcialmente con muchos supuestos, actitudes y tratamientos de la medicina actual. Pienso que está obsoleta, anclada en el pasado y sustentada, movida y cegada por intereses de todo tipo. Valgan como ejemplos:

Vendetta

Vendetta

    • La medicina ha llenado de enemigos nuestro entorno (microbios, colesterol, acido úrico, hipertensión, diabetes, etc.) y busca claves genéticas en las enfermedades, cuando por ejemplo en el cáncer sólo suponen un 5-10% y el 90-95% se considera ambiental. La medicina oficial reconoce ya que 1 de cada 3 cánceres está relacionado con la alimentación y posiblemente también la mayoría de nuestras enfermedades son fruto de nuestra alimentación y hábitos de vida. Pero eso sí, se sigue buscando la pastilla milagrosa a través de grandes corporaciones ávidas de lucro y convierte en manipulables y dóciles sujetos pasivos a la población.
    • Se cataloga al ser humano como omnívoro ya que nuestra genética (95,4%) y origen son de primate y los primates (como los chimpancés) son omnívoros. No se hace hincapié en que sólo es de origen animal entre un 2 y un 4% el alimento que ingieren y éste está constituido por insectos, gusanos y algún pequeño animal. También se obvia que nada de lo que comen está cocinado, por lo que no cabe duda que nuestra alimentación omnívora no tiene nada que ver con la del chimpancé del que provenimos.  Nuestros genes son millonarios y las costumbres alimenticias (que no dudo han influido decisivamente en la evolución) simplemente milenarias. Esta descompensación (al margen de los habituales escaso ejercicio físico, poco contacto con la naturaleza y mucho con tóxicos ambientales), forzosamente tienen que repercutir en la salud y enfermedades que padecemos ya que nuestra actual alimentación está desproporcionada en ácidos grasos, hidratos de carbono de absorción rápida, sustancias desnaturalizadas y tóxicas por la cocción, etc., etc.
    • Se considera a la leche de vaca y sus derivados como un gran alimento y la mejor fuente de calcio para los huesos. Un gran alimento lo es, pero de eso a que sea sano para nuestro organismo es mucho decir (simplemente ateniéndonos a las hormonas que lleva, la desproporción en ácidos grasos por estar alimentada con piensos, la homogenización de la grasa, posibles antibióticos, etc.).  Teniendo en cuenta que proviene de un animal muy distinto al que somos nosotros y que ningún mamífero sigue lactando de adulto, pone muy en entredicho el que sea adecuada para su consumo regular.
    • Igual que con la leche sucede con los cereales. No es lógico que sea natural tomar un alimento que necesita ser pelado, molido, fermentado y horneado para su consumo. Los chimpancés masticarían granos de cereal cuando están verdes y tiernos pero no duros y secos. Las harinas (sobre todo las refinadas) y el maíz suben mucho el índice glucémico y son pro inflamatorios, por lo que favorecen la enfermedad.
    • Se habla de niveles seguros de mercurio, radón, etc. cuando no tiene de haber ninguna cantidad de estas sustancias en el ambiente o alimentos que ingerimos. ¿Puede haber niveles seguros de tóxicos que acumulamos en nuestro cuerpo y difícilmente eliminamos?
    • No se aconseja sobre el uso de cosmética natural para evitar la absorción de sustancias tóxicas o sin estudio suficiente (deberíamos aplicarnos en la piel sólo sustancias que puedan ingerirse por vía oral), ni tampoco sobre el consumo de verduras y carnes ecológicas para evitar la ingesta de pesticidas, hormonas, antibióticos… y menos aún se informa de los tóxicos que se pueden incorporar a los alimentos al ser cocinados con utensilios de cocina que transmiten tóxicos a los alimentos: teflón, plásticos, aluminio, hierro, etc.
    • No se da la alarma sobre los efectos cancerígenos y disrruptores hormonales múltiples reconocidos de los plastificantes, omnipresentes en nuestra vida (¿conocéis al Sr. Bisfenol?)
    • Determinadas vacunas y en según qué entorno, se justifican pero mayormente son criterios puramente económicos y estratégicos lo que las indica.

hereje

  • Los fundamentos de la medicina estriban en aliviar el dolor y el sufrimiento, pero actualmente este bello principio casi ha desaparecido del ámbito sanitario, quedando prácticamente restringido a las unidades de cuidados paliativos, unas unidades que no tendrían que existir si los médicos fueran fieles a los principios de la medicina. En los hospitales se sufre mucho más de lo que se debiera y se derrocha en medios y tratamientos que muchas veces sólo alargan la muerte.
  • Dejando de lado las prestaciones sociales, la sanidad en España está tendiendo a lo mismo que la mayoría de países occidentales, es decir, un negocio basado en el consumo de medios y fármacos. En España se introduce más o menos solapadamente el modelo. Valga un ejemplo: dolor abdominal sospechoso de colelitiasis que tras valorarlo y tratarlo el médico de cabecera (tiempo muy variable) se remite al especialista de digestivo (2 a 3 meses de espera), éste solicita una ecografía (5-6 meses de demora), nueva cita para el digestivo (tiempo variable), si la ecografía es diagnóstica ahí acaba el proceso médico y empieza el quirúrgico. Si no es clara y se solicita una resonancia magnética tenemos otros 5-6 meses más. Resulta que el enfermo que pueda se hará la ecografía privadamente y la resonancia también, para evitar que se diagnostique al cabo de un año (con mucha suerte). Esto sólo es un empezar. ¿Qué hacemos al respecto los médicos del sistema público?, ¿qué hace además el sistema y sus médicos para informar y difundir los conocimientos actuales sobre alimentación y tóxicos en relación con la enfermedad?
  • En resumen podemos deducir (ya que el sistema sanitario fomenta una sociedad pasiva y medicalizada) que sólo los individuos que busquen información y no se conformen con lo que se le da, tendrán acceso a otro nivel de salud, serán responsables en gran medida de su futuro bienestar físico y pondrán en evidencia los grandes puntos débiles de la sanidad.