- Pacientes en tratamiento con opiáceos: los opiáceos se pasarán todos a Morfina (o a Oxicodona) para el control de la analgesia o disnea. Se añadirán los demás fármacos en función del resto de sintomatología (neurolépticos, benzodiacepinas, antisecretores, etc).
- Si no han recibido previamente opiáceos o Midazolam: utilizamos las dosis de tanteo antes descritas.
- Ajuste de la sueroterapia: lo más normal es dejar solamente la perfusión.
- Casos hiperagudos: como son entre otros las hemorragias incoercibles y disnea con hambre de aire y sensación de muerte (ambas con un buen nivel de conciencia y con diagnóstico ineludible de terminalidad). Tras informar a la familia de la muerte inminente del paciente y preferir ésta que sea de forma inconsciente.
- En el primer caso yo abogo por administrar Midazolam IV directo hasta conseguir la sedación profunda y a continuación la perfusión necesaria para mantenerla (al menos 45 mg/24 h si el enfermo no es alcohólico). Se podría usar también Propofol.
- En el segundo caso administraría Morfina IV directa en bolos sucesivos separados por muy pocos minutos, hasta conseguir el control de la disnea o la sedación profunda. Pasaría luego a una perfusión con la proporción de Morfina de acuerdo con la utilizada y asociando Midazolam o Levomepromazina (hay que recordar que la Morfina no es hipnótica y cualquier estímulo es capaz de subir el nivel de conciencia aunque no lo percibamos frecuentemente en la escala de Ramsay).
- Hay que tener muy claro que no se pueden tratar satisfactoriamente estos cuadros tan agudos por vía subcutánea.
- En el primer caso yo abogo por administrar Midazolam IV directo hasta conseguir la sedación profunda y a continuación la perfusión necesaria para mantenerla (al menos 45 mg/24 h si el enfermo no es alcohólico). Se podría usar también Propofol.
- En el segundo caso administraría Morfina IV directa en bolos sucesivos separados por muy pocos minutos, hasta conseguir el control de la disnea o la sedación profunda. Pasaría luego a una perfusión con la proporción de Morfina de acuerdo con la utilizada y asociando Midazolam o Levomepromazina (hay que recordar que la Morfina no es hipnótica y cualquier estímulo es capaz de subir el nivel de conciencia aunque no lo percibamos frecuentemente en la escala de Ramsay).
- Hay que tener muy claro que no se pueden tratar satisfactoriamente estos cuadros tan agudos por vía subcutánea.
¡Atención!: es muy importante que no aumentemos nunca el ritmo de una perfusión ya que se aumenta a la vez la cantidad de todos los componentes de la misma.
Añadir a la perfusión la sustancia que necesitemos para controlar la sintomatología y administrar al mismo tiempo un rescate IV o s/c para que su efecto sea más rápido.